CAPÍTULO TRES MADAME BOBARY

CAPÍTULO TRES MADAME BOBARY 

Al llegar a su nueva casa Emma se sintió un poco decepcionada a ver todo tan vieja, obscuro y ver una casa muy deteriorada, al instante se reportaron los sirvientes que de inmediato se pusieron a su deteriorada, fue a su nueva recamara y al observar todo lo que la componía vio de pronto un ramo de flores ya muy viejo colgado sobre la ventana, era de la antigua esposa de Charles, eso la hizo sentir triste ya que pensaba que seria de sus objetos cuando ella muriese. tras transcurrir los días hallo ocupación re modelando su casa, empezó con las cortinas, los muebles, la decoración en general de todo. también hallo encanto en arreglar su jardín. en sus tiempos libres disfrutaba de dibujar y de tocar el piano, su esposo se sentía tan afortunado de tener a tan maravillosa esposa que encantaba con su sola presencia, los vecinos incluso se paseaban por su casa solo para oírla interpretar sus melodiosas. todos esos dotes artísticos los había aprendido de su estancia en el  convento donde paso la mayor parte de su vida, al principio de su estancia en el convento Emma se la pasaba de maravilla obedeciendo ordenes de sus hermana, asistiendo a sus clases y cumpliendo con sus obligaciones, pero poco a poco se fue aburriendo de la monotonía de su vida sin ninguna emoción, una de las hermanas prestaba novelas románticas que ella leía con devocion, fantaseaba con una vida dramática llena de pasiones que llenaran su alma de energía; por eso fue tal su decepción al encontrarse con su esposo el doctor Bovary que disfrutaba el silencio, pasar los dias en su consultorio  y no acostumbraba de salidas socials.

hasta que un día un viejo paciente del doctor los invito a una reunion que se llevaria en su casa ni mas ni menos que en un palacio, Emma estaba muy entusiasmada de por fin conocer a gente nueva asi que busco su mejor vestido y cuando llego el dia se sentía mas contenta que el dia de su boda. en la reunion enontraron a toda clase de personalidades, gente impotente con las que Emma soñaba frecuentar. al momento de bailar algunas pizas, ella escucho en la pista a un joven que hablaba de París con tan pasion que llamo  su atencion.